
sombras y fantasmas asesinos que procuran tomar mi alma.
Lagrimas que destruyen cielos e inocentes sueños,
uno tras otro van derrumbándose y rodando por mis mejillas.
Aves negras nublan mi vista, mensajeras del destino
aun cuando nada ha sido dicho...
Las espinas me recorren la garganta,
y las febriles sonrisas ahora solo van como ríos de esquirlas

haciendo mi cuerpo sangrar para aliviar un poco mi alma.
Allí, en ese lugar, donde mas abajo no puedo ir,
adonde he sido arrojada,
con cada intento mis alas son cortadas,
sin mas fuerzas, sin mas ganas... ¿Que me queda por escribir?
Dibujo escenas efímeras en mi mente y ya ni eso queda,
quieres arrancarme la memoria e insistes en tomar mi espíritu...
¿Acaso este es mi destino?
Mi dolor pesa, mi muerte procuras,
mi alma aun te llama...
mi silencio grita,
clavando un puñal en mi corazón, tu,
solo me pronuncias ¡Maldita!